Comentario
Capítulo 31
De cómo los de los vergantines, haviendo oxeado las canoas que los salieron por la laguna, llegaron a tierra junto a las casas
Después que los españoles adereçaron sus tiros, tiraron al paredón con ellos. Y de los primeros tiros arroináronle todo, y de los segundos tiros dieron con él en el suelo. Y los soldados indios que estavan detrás el paredón, luego echaron a huir, y los indios amigos luego cegaron la acequia para pasar adelante con piedras y adoves y tierra y maderos. Desque tuvieron llana la acequia, luego vinieron los de a caballo y entraron en la ciudad, y alancearon los que pudieron de los indios, y tornáronse a salir; y luego entraron otros de a caballo y hizieron lo mismo; y los indios acogíanse a las casas reales. También alancearon a algunos indios, entre los cuales fue alanceado un indio del Tlatilulco; y asió de la lança con que estava atravesado, y otros sus compañeros asieron también de ella y quitáronsela al de a cavallo y con ella le mataron y le derrocaron del cavallo.
Y luego se juntaron los españoles y entraron dentro de un patio que [se] llamava Cuauhquiyáoac, y llevavan consigo un tiro grueso y asentáronle. [En] este lugar estava una águila de piedra grande y alta como un estado de hombre, y por eso llamavan aquel patio Cuauhquiyáuac. De la una parte del águila estava un tigre, de piedra también, y de la otra un oso, también de piedra. Y los capitanes de los indios ascondíanse detrás de ocho columnas de piedra que allí estavan, y mucha otra gente estava encima de la casa que estava armada sobre las columnas. Y los españoles tiraron con el tiro grueso que llevavan consigo a aquel edificio que estava allí, y con el trueno y con el humo los que estavan abaxo se espantaron y echaron a huir, y los de arriba se echaron de allí abaxo, y todos huyeron. Llevaron el tiro mis adelante hazia el patio de Uitzilopuchtli, donde estava una grande piedra redonda como muela de molino. Y sobre el cu de Uitzilopuchtli estavan unos sátrapas sentados, tañendo un teponaztli y cantando; y aunque vian lo que pasava, no cesavan de tañer y cantar. Y subieron dos españoles y matáronlos; echáronlos por las gradas abaxo del cu. Como los españoles entravan por la ciudad, vinieron los indios diestros que andavan en las canoas y saltaron en tierra; començaron a llamar a otra gente para impedir a los españoles la entrada. Como vieron los españoles a los indios que venían sobre ellos con gran ímpetu y que los desbaratavan, recogéronse y començaron a retraerse, y los indios peleavan reciamente. Los españoles se recogeron a su estancia, que llamavan Acachinanco, y dexaron el tiro en el patio de Uitzilopuchtli, y de allí lo tomaron los indios y le echaron en una agua profunda que llamavan Tetamaçulco, que está cabe el monte que se llama Tepetzinco, donde están los baños.